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dilluns, 28 de desembre del 2009

“CON EL ORDENADOR ME MOTIVA MÁS HACER DEBERES”

Maite Gutiérrez

Los portátiles han superado ya un trimestre en las aulas catalanas, y llega el momento de que pasen la primera evaluación del curso, igual que han hecho miles de estudiantes justo antes de Navidad. Todavía es pronto para extraer conclusiones definitivas, advierten los profesores consultados, pero sí, basta para ofrecer las primeras impresiones sobre el impacto de esta nueva herramienta. Alumnos y docentes expresan ideas muy distintas.
Fahad Tehami, alumno de primero de ESO en el instituto Joan Coromines de Barcelona, explica que el ordenador portátil que utiliza en clase desde septiembre, le anima a hacer los deberes. Otro compañero afirma que él, no entrega los deberes porqué no tiene conexión a Internet en casa. Su profesor añade que en el instituto facilitan conexión a los alumnos para que trabajen fuera del horario lectivo.
“Los ordenadores no mejoran nada por si solos, lo que hacen es amplificar, tanto lo bueno como lo malo”, dice Javier Marsà, director de éste instituto y profesor de ciencias sociales.
Las notas de los alumnos de primero y segundo del Joan Coromines, que utilizan portátil en clase desde septiembre, son similares a las de otros cursos. “Necesitamos más tiempo para evaluar el impacto real, aunque por ahora está siendo positivo porque los chicos están más motivados y facilita cierto trabajo”, afirma Marsà.
En el instituto Forat del Vent de Cerdanyola del Vallès, optaron por introducir los portátiles en tercero de ESO. La directora del centro, Carme Giménez, observa un obstáculo importante: los contenidos de los libros digitales. “No estamos contentos con ellos, el material disponible está condicionando mucho la experiencia; esperamos que el próximo curso tengamos más variedad y con mayor calidad”, dice Giménez. Los profesores de este instituto producen muchas veces su propio material porque no confían en el de los libros digitales.

(La Vanguardia, lunes 28 de diciembre de 2009)

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